Diego Roldán Serrallonga y Arcos de la Frontera: Primera Parte (Dolorosas).
DIEGO ROLDÁN SERRALLONGA Y ARCOS DE LA FRONTERA. (PRIMERA PARTE)
Arcos de la Frontera, una ciudad llena de encanto, de belleza, y de un riquísimo patrimonio material e inmaterial, tierra llena de artistas, de poetas, y de un encanto sin igual. Una tierra, que por tener, tiene uno de los mejores patrimonios artísticos de toda Andalucía. Hoy, el que aquí escribe, se quiere centrar en parte de ese patrimonio artístico, concretamente, en algunas obras de escultura e imaginería.
La imaginería juega en Arcos un gran papel, una ciudad llena de obras de autores de conocido nombre, véase Miguel de Adán, Pedro Roldán, Jaime Velardi, La Roldana, Ignacio López, Alonso Cano, Duque Cornejo; entre otros. Pero, es de destacar la producción de un artista de afamada producción en la provincia gaditana, el cual pertenece a la Escuela Sevillana de Escultura, más concretamente, de la Escuela de la familia Roldán.
El taller de la familia Roldán, fue fundado por Pedro Roldán. El éxito, la fama y las buenas relaciones con los artistas entonces activos en Sevilla, le llevan a la creación de un taller en el que trabajan y se forman gran número de artistas, entre ellos, miembros de su familia, como su hija Luisa Roldán, alias "La Roldana", Pedro Duque Cornejo, Jerónimo Roldán, entre otros muchos. Pero hoy, nos vamos a centrar en su nieto, Diego Roldán Serrallonga.
Diego José Roldán Serrallonga nació en Sevilla hacia 1700. Sus padres fueron el también escultor Marcelino Roldán Villavicencio, hijo del gran Pedro Roldán; y su segunda esposa Josefa de Velasco y Serrallonga, matrimonio que tuvo lugar en 1698, naciendo durante los años siguientes cada uno de sus 5 hijos. Sus hermanos, Marcelino y Jerónimo, así mismo escultores, se debieron formar junto a su tio Pedro Roldán Villavicencio o junto a su primo Pedro Duque Cornejo, en Sevilla.
La producción de este artista se desarrolla en mayor parte por la provincia gaditana, siendo muy pocas sus intervenciones en la provincia sevillana, donde ganarán importancia otros artistas como José Montes de Oca, Pedro Duque Cornejo, entre otros.
Si hay algo que define las obras de este escultor, son las características muy repetidas en sus obras, sin un desarrollo latente en las mismas. Bien se puede observar en sus dolorosas, de las cuales, tiene una enorme producción.
Son muchos los entendidos en la materia de historia del arte, e historiadores en general, los que han escrito sobre la obra de este imaginero, personas como José Manuel Moreno Arana, Fernando Cruz Isidoro, etc., los cuales, han realizado estudios sobre la vida y obra de este artista, así como atribuciones, trabajos que son de agradecer para descubrir nuevas obras y documentación, un imaginero que durante muchos años, ha estado en las sombras.
Pocas son las obras documentadas de este artista, ejemplos son el Cristo de la Vera Cruz de Rota, fechado en el año 1726, del cual se encontró un documento en su interior con el nombre del artista; o la Virgen de los Dolores de Lebrija, de la cual realizó la mascarilla y nueva policromía de una obra anterior, en el año 1758.
Bien temprano encontramos su presencia en Jerez de la Frontera, en el 1722, documentada desde este momento, realizará muchisimas de sus obras en esta localidad, tales como la Virgen de la Esperanza de la Hermandad de la Yedra o la Virgen del Valle de la Cofradía del Cristo de la Expiración, ambas fechadas h.1750; el desaparecido retablo de las Ánimas de la Iglesia de Santiago, h.1722; Cristo de las Almas de la misma iglesia; etc. También encontramos obras en otras localidades gaditanas, como Sanlúcar de Barrameda, donde encontramos a la preciosa Virgen del Amor de la Cofradía del Silencio, fechada h.1752, o el San Juan de la Hermandad del Nazareno.
Pero, centremonos en un lugar cercano, en nuestra localidad, en Arcos de la Frontera, donde Don Diego Roldán dejó sus obras para la posteridad.
NUESTRA SEÑORA DEL MAYOR DOLOR Y TRASPASO:
Nuestra Señora del Mayor Dolor y Traspaso, titular de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, es sin duda una de las obras cumbre de este artista. Atribuible a Diego Roldán Serrallonga en la madurez de su producción, es posible fecharla en la mitad del siglo XVIII. Los rasgos son símiles con otras obras de su producción, véase la Esperanza de la Yedra jerezana, o la sanluqueña Virgen del Amor. Llega a la Hermandad en el siglo XVIII, aunque no se tienen constancia de documentos de su llegada a la hermandad, ni contrato con el artista (hasta el momento). No sabemos si hubo una dolorosa anterior, ya que la fundación de la Hermandad se da en el 1564, y el Nazareno de Jaime Velardi llega en el 1600. En todo caso, podemos presenciar que esta obra de sello dieguino, presenta las características esenciales de su gubia: sus ojos, su entrecejo, sus cejas serpenteantes, su boca, su policromía blanquecina y con pómulos enrojecidos, así, como los dientes de nácar.
La imagen de Nuestra Señora del Mayor Dolor y Traspaso, ha pasado durante todos estos años, acogida en su camarín diocechesco, que nos presenta a la dolorosa con el mensaje: "MATERDOLOROSISSIMA", que nos da a conocer la advocación de esta preciosa imagen.
En el año 1994, la Iglesia de San Agustín, sede de la hermandad, sufrió un incendio, el cuál, afectó levemente a la talla. En el año 2007, fue restaurada; y en el año 2016, volvió a ser restaurada por el sanluqueño D. Jesús Guerrero García, el cuál, realizó una estupenda restauración, devolviendo el gran esplendor de esta dolorosa.
Actualmente, la Virgen del Mayor Dolor y Traspaso, realiza estación de penitencia en la Madrugá del Viernes Santo, desde las 2:00 hasta las 16:00 de la tarde exactamente. Acompañada por un San Juan, que también presenta rasgos que nos pueden dar idea de que estuviésemos ante otra obra de Diego Roldán, sale cada Madrugá en una parihuela de estilo rococó, dejando unas estampas únicas, y siendo visible la personalidad arcense de esta hermandad del Nazareno, devoción mayor del pueblo.
La labor de vestir a esta dolorosa se encomienda a D.Óscar Torres Barba y D. Juan Manuel Jurado, quienes desde hace unos años, vienen ensalzando la belleza de esta dolorosa de una forme sublime y con gran exquisitez y gusto.
La Virgen cuenta con un ajuar de enorme calidad y antigüedad, así como dos sayas bordadas, una de ellas, visiblemente del siglo XIX, y otra, estrenada en la Semana Santa de 2017; un manto bordado de salida, y variado ajuar para los diferentes cambios litúrgicos.
MARÍA SANTÍSIMA DE LA PIEDAD:
María Santísima de la Piedad, titular de la Hermandad del Perdón, es obra atribuida por José Manuel Moreno Arana a Diego Roldán Serrallonga hacia el año 1752 (1). Sin duda alguna, nos encontramos ante una dolorosa que tan solo con verla, sabemos que se trata de una obra de su producción. Tal y como comentábamos con la Virgen del Mayor Dolor y Traspaso, esta dolorosa presenta los rasgos propios de la obra del artista. Como bien decíamos al principio de este párrafo, esta dolorosa titular de la Hermandad del Perdón, se trata de una obra de madurez del artista, fechada h.1752.
Hay que señalar que esta dolorosa fue restaurada por el bornense D. Ismael Rodríguez Viciana en el año 2014, realizando un magnífico trabajo, y devolviendo la claridad a esta imagen que presentaba cierta suciedad en su policromía.
Actualmente, es vestida por D. César Díaz, el cuál, ha demostrado durante estos años, el meritorio trabajo de vestir a la Virgen, un binomio con esta dolorosa, realizando un excepcional trabajo, que la Virgen seguro que se lo paga.
María Santísima de la Piedad forma parte del único paso de la cofradía, acompañada por San Juan, observa a su hijo sufriendo la crucifixión. El paso en el que sale esta dolorosa, es obra de D. Manuel Guzmán Bejarano, siendo su último contrato firmado en vida, en el año 2002.
En estudios de Moreno Arana, referidos a la obra de este artista, se refleja que, Diego Roldán Serrallonga, se traslada en el año 1766 a Arcos de la Frontera, en su último año de vida, para acometer un eventual encargo para el templo de Santa María de la Asunción, viviendo en la Calle Pesas del Reloj, situada justo al lado de dicha iglesia. En esta iglesia, fue sepultado el día 17 de Octubre de 1766.(2) Cabe señalar la relación de la Hermandad del Perdón con la curia de Santa María, que quizás fue clave para su enterramiento en la Iglesia Mayor arcense.
Concluyendo este artículo, es de objetar, que estamos ante dos dolorosas claves en la producción del imaginero sevillano, afincado en tierras gaditanas, que los arcenses tenemos suerte, de disfrutar anualmente, y en la Semana Santa, aunque, no son las únicas obras que dejó Diego Roldán en nuestro pueblo. Pero eso, en otro artículo venidero.
Articulo realizado por: Antonio Jaén Sánchez.
Fuentes:
(1). SEMBLANZAS - Diego Roldán Serrallónga. http://www.lahornacina.com/semblanzasdiegoroldan.htm
(2). Moreno Arana, J.M.: LA ESCULTURA EN EL RETABLO
JEREZANO DEL SIGLO XVIII:
AUTORES Y OBRAS. Página 230. PDF. http://institucional.us.es/revistas/arte/26/articulo_10.pdf
Arcos de la Frontera, una ciudad llena de encanto, de belleza, y de un riquísimo patrimonio material e inmaterial, tierra llena de artistas, de poetas, y de un encanto sin igual. Una tierra, que por tener, tiene uno de los mejores patrimonios artísticos de toda Andalucía. Hoy, el que aquí escribe, se quiere centrar en parte de ese patrimonio artístico, concretamente, en algunas obras de escultura e imaginería.
La imaginería juega en Arcos un gran papel, una ciudad llena de obras de autores de conocido nombre, véase Miguel de Adán, Pedro Roldán, Jaime Velardi, La Roldana, Ignacio López, Alonso Cano, Duque Cornejo; entre otros. Pero, es de destacar la producción de un artista de afamada producción en la provincia gaditana, el cual pertenece a la Escuela Sevillana de Escultura, más concretamente, de la Escuela de la familia Roldán.
El taller de la familia Roldán, fue fundado por Pedro Roldán. El éxito, la fama y las buenas relaciones con los artistas entonces activos en Sevilla, le llevan a la creación de un taller en el que trabajan y se forman gran número de artistas, entre ellos, miembros de su familia, como su hija Luisa Roldán, alias "La Roldana", Pedro Duque Cornejo, Jerónimo Roldán, entre otros muchos. Pero hoy, nos vamos a centrar en su nieto, Diego Roldán Serrallonga.
Diego José Roldán Serrallonga nació en Sevilla hacia 1700. Sus padres fueron el también escultor Marcelino Roldán Villavicencio, hijo del gran Pedro Roldán; y su segunda esposa Josefa de Velasco y Serrallonga, matrimonio que tuvo lugar en 1698, naciendo durante los años siguientes cada uno de sus 5 hijos. Sus hermanos, Marcelino y Jerónimo, así mismo escultores, se debieron formar junto a su tio Pedro Roldán Villavicencio o junto a su primo Pedro Duque Cornejo, en Sevilla.
La producción de este artista se desarrolla en mayor parte por la provincia gaditana, siendo muy pocas sus intervenciones en la provincia sevillana, donde ganarán importancia otros artistas como José Montes de Oca, Pedro Duque Cornejo, entre otros.
Si hay algo que define las obras de este escultor, son las características muy repetidas en sus obras, sin un desarrollo latente en las mismas. Bien se puede observar en sus dolorosas, de las cuales, tiene una enorme producción.
Son muchos los entendidos en la materia de historia del arte, e historiadores en general, los que han escrito sobre la obra de este imaginero, personas como José Manuel Moreno Arana, Fernando Cruz Isidoro, etc., los cuales, han realizado estudios sobre la vida y obra de este artista, así como atribuciones, trabajos que son de agradecer para descubrir nuevas obras y documentación, un imaginero que durante muchos años, ha estado en las sombras.
Pocas son las obras documentadas de este artista, ejemplos son el Cristo de la Vera Cruz de Rota, fechado en el año 1726, del cual se encontró un documento en su interior con el nombre del artista; o la Virgen de los Dolores de Lebrija, de la cual realizó la mascarilla y nueva policromía de una obra anterior, en el año 1758.
Bien temprano encontramos su presencia en Jerez de la Frontera, en el 1722, documentada desde este momento, realizará muchisimas de sus obras en esta localidad, tales como la Virgen de la Esperanza de la Hermandad de la Yedra o la Virgen del Valle de la Cofradía del Cristo de la Expiración, ambas fechadas h.1750; el desaparecido retablo de las Ánimas de la Iglesia de Santiago, h.1722; Cristo de las Almas de la misma iglesia; etc. También encontramos obras en otras localidades gaditanas, como Sanlúcar de Barrameda, donde encontramos a la preciosa Virgen del Amor de la Cofradía del Silencio, fechada h.1752, o el San Juan de la Hermandad del Nazareno.
Pero, centremonos en un lugar cercano, en nuestra localidad, en Arcos de la Frontera, donde Don Diego Roldán dejó sus obras para la posteridad.
NUESTRA SEÑORA DEL MAYOR DOLOR Y TRASPASO:
Nuestra Señora del Mayor Dolor y Traspaso, titular de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, es sin duda una de las obras cumbre de este artista. Atribuible a Diego Roldán Serrallonga en la madurez de su producción, es posible fecharla en la mitad del siglo XVIII. Los rasgos son símiles con otras obras de su producción, véase la Esperanza de la Yedra jerezana, o la sanluqueña Virgen del Amor. Llega a la Hermandad en el siglo XVIII, aunque no se tienen constancia de documentos de su llegada a la hermandad, ni contrato con el artista (hasta el momento). No sabemos si hubo una dolorosa anterior, ya que la fundación de la Hermandad se da en el 1564, y el Nazareno de Jaime Velardi llega en el 1600. En todo caso, podemos presenciar que esta obra de sello dieguino, presenta las características esenciales de su gubia: sus ojos, su entrecejo, sus cejas serpenteantes, su boca, su policromía blanquecina y con pómulos enrojecidos, así, como los dientes de nácar.
La imagen de Nuestra Señora del Mayor Dolor y Traspaso, ha pasado durante todos estos años, acogida en su camarín diocechesco, que nos presenta a la dolorosa con el mensaje: "MATERDOLOROSISSIMA", que nos da a conocer la advocación de esta preciosa imagen.
En el año 1994, la Iglesia de San Agustín, sede de la hermandad, sufrió un incendio, el cuál, afectó levemente a la talla. En el año 2007, fue restaurada; y en el año 2016, volvió a ser restaurada por el sanluqueño D. Jesús Guerrero García, el cuál, realizó una estupenda restauración, devolviendo el gran esplendor de esta dolorosa.
Actualmente, la Virgen del Mayor Dolor y Traspaso, realiza estación de penitencia en la Madrugá del Viernes Santo, desde las 2:00 hasta las 16:00 de la tarde exactamente. Acompañada por un San Juan, que también presenta rasgos que nos pueden dar idea de que estuviésemos ante otra obra de Diego Roldán, sale cada Madrugá en una parihuela de estilo rococó, dejando unas estampas únicas, y siendo visible la personalidad arcense de esta hermandad del Nazareno, devoción mayor del pueblo.
La labor de vestir a esta dolorosa se encomienda a D.Óscar Torres Barba y D. Juan Manuel Jurado, quienes desde hace unos años, vienen ensalzando la belleza de esta dolorosa de una forme sublime y con gran exquisitez y gusto.
La Virgen cuenta con un ajuar de enorme calidad y antigüedad, así como dos sayas bordadas, una de ellas, visiblemente del siglo XIX, y otra, estrenada en la Semana Santa de 2017; un manto bordado de salida, y variado ajuar para los diferentes cambios litúrgicos.
MARÍA SANTÍSIMA DE LA PIEDAD:
María Santísima de la Piedad, titular de la Hermandad del Perdón, es obra atribuida por José Manuel Moreno Arana a Diego Roldán Serrallonga hacia el año 1752 (1). Sin duda alguna, nos encontramos ante una dolorosa que tan solo con verla, sabemos que se trata de una obra de su producción. Tal y como comentábamos con la Virgen del Mayor Dolor y Traspaso, esta dolorosa presenta los rasgos propios de la obra del artista. Como bien decíamos al principio de este párrafo, esta dolorosa titular de la Hermandad del Perdón, se trata de una obra de madurez del artista, fechada h.1752.
Hay que señalar que esta dolorosa fue restaurada por el bornense D. Ismael Rodríguez Viciana en el año 2014, realizando un magnífico trabajo, y devolviendo la claridad a esta imagen que presentaba cierta suciedad en su policromía.
Actualmente, es vestida por D. César Díaz, el cuál, ha demostrado durante estos años, el meritorio trabajo de vestir a la Virgen, un binomio con esta dolorosa, realizando un excepcional trabajo, que la Virgen seguro que se lo paga.
María Santísima de la Piedad forma parte del único paso de la cofradía, acompañada por San Juan, observa a su hijo sufriendo la crucifixión. El paso en el que sale esta dolorosa, es obra de D. Manuel Guzmán Bejarano, siendo su último contrato firmado en vida, en el año 2002.
En estudios de Moreno Arana, referidos a la obra de este artista, se refleja que, Diego Roldán Serrallonga, se traslada en el año 1766 a Arcos de la Frontera, en su último año de vida, para acometer un eventual encargo para el templo de Santa María de la Asunción, viviendo en la Calle Pesas del Reloj, situada justo al lado de dicha iglesia. En esta iglesia, fue sepultado el día 17 de Octubre de 1766.(2) Cabe señalar la relación de la Hermandad del Perdón con la curia de Santa María, que quizás fue clave para su enterramiento en la Iglesia Mayor arcense.
Concluyendo este artículo, es de objetar, que estamos ante dos dolorosas claves en la producción del imaginero sevillano, afincado en tierras gaditanas, que los arcenses tenemos suerte, de disfrutar anualmente, y en la Semana Santa, aunque, no son las únicas obras que dejó Diego Roldán en nuestro pueblo. Pero eso, en otro artículo venidero.
Articulo realizado por: Antonio Jaén Sánchez.
Fuentes:
(1). SEMBLANZAS - Diego Roldán Serrallónga. http://www.lahornacina.com/semblanzasdiegoroldan.htm
(2). Moreno Arana, J.M.: LA ESCULTURA EN EL RETABLO
JEREZANO DEL SIGLO XVIII:
AUTORES Y OBRAS. Página 230. PDF. http://institucional.us.es/revistas/arte/26/articulo_10.pdf
Fotografías cedidas por: César Díaz (El Arte de Vestir a la Virgen). http://www.elartedevestiralavirgen.es/
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