Una mirada hacia el pasado: La devoción de la Marquesa de Tamarón hacia la Soledad
La sección de hoy ''Una mirada hacia el pasado'' hace una
especial referencia a la Hermandad de la Soledad, en este caso sobre la especial devoción
de la Marquesa de Tamarón hacia la imagen de la Soledad y sobre
su labor con los discapacitados de Arcos de la Frontera.
La señora marquesa de Tamarón se traslado a Madrid, y en una fría noche de invierno le pidió a Nuestra Señora de la Soledad que su hijo viviera un poco más en este encantador mundo. Esta señora era una gran devota de la Soledad, le llevaba rosas recién cogidas de su jardín. La marquesa sentía un amor intenso hacia la Semana Santa de Arcos y especialmente a las imágenes de Jesús Nazareno y a la Virgen de la Soledad.
Dicha hermandad con colaboración del
ayuntamiento pretendía abrir una puerta trasera situada en el
conocido “Patio chico” que da lugar al interior de nuestra
capilla y también la creación de una rampa que rompiera el gran
obstáculo al acceder a la iglesia de San Pedro. Gracias a ello
muchos de los arcenses minusvalidos o cualquier devoto de las imágenes
de San Pedro podría acceder a ella sin ninguna dificultad. Adjunta
a esta información se puede ver la carta de agradecimiento de
Disarcos, que podemos ver a la izquierda de nuestra pantalla:
Oía la marquesa a varios poetas y a
sus amigos íntimos hablar sobre la peculiar Semana Santa de Arcos.
Ella con impaciencia y nerviosismo quiso describir dicha Semana Santa, recogido en el libro ''Nostalgia de Arcos'', donde podemos ver que para ella todas las cofradías eran hermosas, pero destacaban sobre todo dos: la de Nº Padre Jesús Nazareno, al cual llevaba
flores frescas todos los días y acompañaba en la madrugá hasta
San Francisco.
Pero ella se emocionaba cada vez que
iba a San Pedro para ver a su Santísima Madre de la Soledad.
Para la marquesa dicha imagen le transmitía dulzura, amor y calor maternal.La señora marquesa de Tamarón se traslado a Madrid, y en una fría noche de invierno le pidió a Nuestra Señora de la Soledad que su hijo viviera un poco más en este encantador mundo. Esta señora era una gran devota de la Soledad, le llevaba rosas recién cogidas de su jardín. La marquesa sentía un amor intenso hacia la Semana Santa de Arcos y especialmente a las imágenes de Jesús Nazareno y a la Virgen de la Soledad.
Otro aspecto a destacar es la gran labor que la Hermandad de la Soledad tuvo en la antigüedad con los discapacitados. La hermandad de la Buena Muerte se puso
en contacto con el antiguo delegado de cultura, Pedro Sevilla con el
fin de llevar a cabo una gran iniciativa de cara a la feligresía, al
turismo y al ciudadano en general, así como aquellas personas que
tenían alguna minusvalía de movilidad reducida.
Carta de Disarcos para la Hdad. de la Soledad |
Virgen de la Soledad y Cristo de la Buena Muerte en el Triduo de 2015 |
Información: Jesús Gordillo Jaén
Fotografías: Juan Jesús Castro; Antonio Jaén Sánchez
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