Así fue la Procesión del Corpus Christi en Arcos.

El pasado domingo 23, Arcos celebró uno de sus días más grandes. El día del Corpus Christi. Como siempre, todo comenzó a las 9 en la Basílica Menor de Santa María de la Asunción con la Función Principal que ofició el reverendo Don Jesús Lozano. Se pudo contemplar un abarrotado templo durante toda la Función.
Pasadas las 10, el Santísimo era trasladado bajo palio hasta el paso de la Custodia, para dar comienzo a la Procesión.
Entonces, el amplio cortejo compuesto por la representación de todas las asociaciones, hermandades, corporación municipal y los niños/as que han recibido su primera comunión este año, comenzaron a salir, dando paso a su Divina Majestad.
A eso de las 10:30, la banda de música musical Vicente Gómez Zarzuela, comenzó a tocar el himno nacional puesto que el Santísimo ya estaba en la calle. Uno de los momentos más destacables fue la bajada de las Gradas, a los sones de la marcha Triunfal. A partir de ese momento, durante todo el itinerario la Procesión se desarolló con fluidez y sin ningún incidente.
En las últimas chicotas, al entrar en la Plaza del Cabildo, un mar de pétalos rojos y blancos se Le tiraron desde la azotea de una vivienda al Santísimo, dejando una estampa radiante.  Poco tiempo después, el paso se disponía a entrar en la Basílica tras volver a recibir una gran petalada, esta vez de la mano de los niños/as de la primera comunión. Al entrar en las más pura solemnidad, todos los allí presentes entonaron la Triunfal, finalizando así un año más la Procesión del Corpus Christi.
Todas las calles se encontraron repletas de romero, aunque por desgracia no de fieles. Un año más, el público que salió a la calle para contemplar al Santísimo era reducido para el que debe ser.
Por suerte, este año hemos podido disfrutar de un Corpus más brillante con los 5 altares que se alzaron en distintos puntos del recorrido, las colgaduras con motivos sacramentales en bastantes balcones y paredes y la Petalada que se le tiro a su Divina Majestad.
El primero de los altares se encontraba en el Casino, presidido por la Divina Pastora, devoción particular de Domingo Olivera.
El segundo, en la capilla de la Misericordia, montado por la Hermandad del Nazareno, donde se encontraba radiante la Virgen de los Dolores, devoción particular de Diego Albertos Villalba.
Unos metros más adelante, en la taberna se San Pedro, se encontraba el tercer altar, que presidía un Simpecado.
En la puerta de la casa de Manuel Zapata, la Hermandad del Silencio montó su Altar con la Antigua Veronica de las Tres Caídas, ahora en propiedad de Manuel Zapata.
Finalmente, bajo la torre de Santa María, la imagen de nuestro Santo Patrón, San Miguel Arcángel, presidía el altar de la Hermandad del Perdón, como viene siendo tradicional.
Todo esto, hizo, que el día del Corpus Christi en Arcos fuera más grande, pero para la humilde opinión del que esto escribe, el Corpus sigue sin relucir más que el Sol, hay mucho que cambiar, este es un buen camino a seguir, pero la falta de público es un gran problema que hay que solventar.

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